Andrea Cote Botero

poesía colombiana


Lección única sobre las cosas viejas

Ya dije:
no sé quién inventa el olor de la casa,

no sé.
Más aún si lo que te gusta es

la vista ruinosa de los tejados
y la pared deslucida, el muro demolido
y su puerta que ya no tiene afuera.
Más aún,

si ya no recuerdas que no es el olor,
sino la bondad de las cosas
al exhibir su derrota.


Estación de luz



Verás, es tu ciudad que no descansa,
en la que siempre hay algo a punto de venirse abajo.
Por ejemplo, la lluvia —derrumbada en la luz—
ya sabes;
o los árboles
quemados de cielo a media tarde,
aniquilados como pájaros
que se lanzan desde el aire
y caen en los parques,
arrastrando su manía de caer.
Porque es verdad que es mi ciudad
y es del otoño,
la casa misma de todo lo que lentamente se desploma,
hastiado de durar
en el aire y la intemperie de la luz.
Es mi ciudad,
la casa de las cosas
que siempre son más bellas
cuando están a punto de acabar.

ANDREA COTE BOTERO (1981, Barrancabermeja, Colombia)
Fuente: 400 Elefantes
Enlace:U Externado | Otra iglesia es imposible

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