Paisaje de Induclor con uno o dos operarios
Ánodo arriba, abajo cátodo y en el medio
la capa de tres milímetros de mercurio
que gira y gira y gira y gira y gira
luego de abrir las válvulas de la salmuera
y de inyectarle la electricidad que gasta
media ciudad en cualquiera de sus días:
por un lado el cloro, por otro el hidrógeno,
por otro, al fin, la soda cáustica al cien.
Ahora el operario limpia el sistema
con ácido, una escobilla de acero
y el cuidado de no dejar actuar
gérmenes que desplieguen el óxido.
No se le ve la cara. Lo que se le ve
es una máscara con carbón activado
que filtra los vapores del metal.
Tampoco al otro se le ve la cara, se le ve
una máscara igual, pero su cuerpo
es más voluminoso y los zapatos difieren.
Otros poemas de SERGIO RAIMONDI, aquí
De: "Poesía civil", Ediciones Liliputienses
Imagen: Festival Internacional de Poesía de Granada
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