Belek Antar, un poeta ocasional | El poeta ocasional

Belek Antar, un poeta ocasional




YO quería ser daltónico
para ser mejor piloto
como mi padre con su caza
modelo Breguet 14
pero el daltonismo
saltea una generación,
como el coraje
decía él




De todas formas




fui piloto, hoy día
no se necesita poder diferenciar
distintos tipos de blanco
en el campo de las nubes;
las maquinas hacen todo
el trabajo y nosotros
solo ponemos el sufrimiento

También quería tener
una infancia traumada, conflictos
personales y una familia
destruída
para ser mejor poeta
como mi abuelo con su bayoneta
defendiendo Estambul
escribiendo versos
entre las balas rusas

Fue mi padre quien
simplificó el trabajo
pegándose un tiro en la frente
por error, dijeron los peritos
yo digo que tal vez
porque el coraje saltea dos generaciones
y porque las maquinas ahora
también hacen todo el trabajo
incluso en la poesía


Hijo de Meryem Bologur y Wadih Antar, Belek Antar nace en La Rioja. Escapando a las hambrunas de pos-guerra y a la furia de su suegro, Halit Bologur, turco nacionalista que se oponía al matrimonio de su hija con un libanés, Wadih Antar emigra a La Rioja. Junto a ellos viaja la madre de Meryem, Sinem, que abandona su tierra natal para acompañar a la familia, y de paso hacerse cargo de los gastos de la emigración comprando una casa en La Rioja que sería patrimonio familiar hasta el final. Meryem llega embarazada a Aimogasta y da a luz a Belek Antar a los pocos meses. La madre no sobreviviría al parto y, de alguna forma, tampoco su padre, quien sería internado en un psiquiátrico por una corta temporada, luego de sufrir una crisis nerviosa y entrar en una fuerte depresión. Durante ese tiempo, y a lo largo de la vida de Belek, su abuela se haría cargo de él y de su educación. A sus 20 años, luego de que ingresara a la academia militar, Belek Antar recibe la noticia de la muerte de su padre: limpiando un arma que guardaba de recuerdo de su abuelo se dispara en la frente, muriendo en el acto. Belek siempre tomó este hecho como un suicidio y al año siguiente tuvo su primera crisis depresiva y su primera internación. Al salir del hospital, escribiría el siguiente poema:


estar loco es un poco como no estar
todo sigue indiferente a nuestra falta
y al salir y volver
uno descubre que todo cambió
salvo aquello de lo que se hacía cargo
y la casa vieja, cada vez más vieja,
y en ese cuaderno no se escribió nada por meses
y sobre todos, el polvo
como si todos los objetos de la vida de uno
hubieran estado también ellos
internados

BELEK ANTAR (1920 / 1985, Río Tercero, Córdoba, Argentina)
Aunque nunca ejercería profesionalmente, fue piloto de avión y tuvo trabajos varios: fue fotógrafo y mecánico, así como instructor de vuelo. En algún momento de su vida se muda a Córdoba, luego de publicar en La Rioja un único libro, Vida y otros asuntos, del que solo vendió unos pocos ejemplares que logró recuperar y prender fuego con el resto de la tirada, causando un incendio en la vieja casa que heredara de su abuela. 
Luego de un exilio breve en México, menos de dos años entre el 79 y el 81, donde volvería a transitar un proceso de internación psiquiátrica de casi 4 meses, su rastro se pierde en Córdoba. Muere allí en 1985, en la Ciudad de Río Tercero, sin que nadie se presente a retirar el cadáver

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