Jotaele Andrade: El roce de la rama contra el muro | El poeta ocasional

Jotaele Andrade: El roce de la rama contra el muro


El trabajo de la memoria 




el día exhala una sed casi humana

y en el patio
el cachorro de perro y yo
somos la íntima
memoria
en que el instante se reconoce y sucede

yo

me estoy en la sed
como está el fervor de la brasa
en su combustión

él

cava un pozo

arroja negra tierra

que
fugazmente
ennegrece el aire

cuando acaba

hunde su boca en el agujero
y saca
un hueso
marrón

al que da vueltas y lo arroja

y vuelve a tomarlo

y a arrojarlo

nuevamente

yo lo miro hacer


veo su alegría de perro que roe un hueso

y pienso que así es el trabajo de la memoria



La música hace demasiado ruido





todo cuanto es música

y tiene un  ritmo
un compás

y crece y decrece

como el fuego en los pastizales del verano
como la cucaracha aplastada por mi pie

se  reúne en una misma

interminable
canción

digo que todo es música

el ronroneo del gato ante el alimento
los golpes del corazón
cuando el amor o el pánico

es música mi pie desnudo sobre el vidrio trizado

de la memoria

y el gemido inconsolable de las crías huérfanas


todo

todo música

la lluvia y le grito de quien ha visto lo indecible

o la tragedia

el roce de la rama contra el muro

el hilar de las arañas sobre la presa
y el zumbido
insistente de las moscas
sobre lo corrupto
el golpe del fruto contra el suelo
la sombra monótona de las cosas

cualquier nombre repetido

en el mantra
desesperado de la ausencia

digo que el mundo es una música que hace demasiado ruido




Cualquier brasa inicia la catástrofe
simple es existir
dejar que la música impregne
de volumen el silencio
medir el peso de la escarcha
en el árbol
mientras atizas los leños
y mantienes a raya los demonios
domésticos
del fuego
conoces los objetos que te rodean:
la máscara africana
y su madera que guarda
el rostro en blanco de un espíritu
la vajilla
las esculturas en cuyas formas
se ha hecho leve el mármol
la mesa donde apoyas
tus pies desnudos
tan familiar y tibia
tan llena de tu existencia tu casa
te alberga como a un molusco
que entre sus paredes nacaradas
piensa que está lejos la catástrofe
entonces una brasa salta
y cae en la alfombra
como esa liebre que hace una semana
saltó
dentro de la cerca
y sobre la que se abalanzó raudo el mastín de la casa



Jotaele AndradeOtros poemas de JOTAELE ANDRADEaquí
 Imagen: www.laprimerapiedra.com.ar

0 Comentarios