El trabajo de la memoria
el día exhala una sed casi humana
y en el patio
el cachorro de perro y yo
somos la íntima
memoria
en que el instante se reconoce y sucede
yo
me estoy en la sed
como está el fervor de la brasa
en su combustión
él
cava un pozo
arroja negra tierra
que
fugazmente
ennegrece el aire
cuando acaba
hunde su boca en el agujero
y saca
un hueso
marrón
al que da vueltas y lo arroja
y vuelve a tomarlo
y a arrojarlo
nuevamente
yo lo miro hacer
veo su alegría de perro que roe un hueso
y pienso que así es el trabajo de la memoria
La música hace demasiado ruido
todo cuanto es música
y tiene un ritmo
un compás
y crece y decrece
como el fuego en los pastizales del verano
como la cucaracha aplastada por mi pie
se reúne en una misma
interminable
canción
digo que todo es música
el ronroneo del gato ante el alimento
los golpes del corazón
cuando el amor o el pánico
es música mi pie desnudo sobre el vidrio trizado
de la memoria
y el gemido inconsolable de las crías huérfanas
todo
todo música
la lluvia y le grito de quien ha visto lo indecible
o la tragedia
el roce de la rama contra el muro
el hilar de las arañas sobre la presa
y el zumbido
insistente de las moscas
sobre lo corrupto
el golpe del fruto contra el suelo
la sombra monótona de las cosas
cualquier nombre repetido
en el mantra
desesperado de la ausencia
digo que el mundo es una música que hace demasiado ruido
Cualquier brasa inicia la catástrofe
simple es existir
dejar que la música impregne
de volumen el silencio
medir el peso de la escarcha
en el árbol
mientras atizas los leños
y mantienes a raya los demonios
domésticos
del fuego
conoces los objetos que te rodean:
la máscara africana
y su madera que guarda
el rostro en blanco de un espíritu
la vajilla
las esculturas en cuyas formas
se ha hecho leve el mármol
la mesa donde apoyas
tus pies desnudos
tan familiar y tibia
tan llena de tu existencia tu casa
te alberga como a un molusco
que entre sus paredes nacaradas
piensa que está lejos la catástrofe
entonces una brasa salta
y cae en la alfombra
como esa liebre que hace una semana
saltó
dentro de la cerca
y sobre la que se abalanzó raudo el mastín de la casa
0 Comentarios