La parte que sustituye el todo
Cada vez me atrae menos la pintura.
esos cuadros de Limberth
donde se limita a pintar sus zapatos.
Limitar: imponerse límites en lo que se dice o se hace, con
Porque es sólo eso:
que han resistido
otro invierno.
Gillettes usadas
La puerta está abierta
llegue hasta el baño.
Ella está depilándose las piernas
Su momento cumbre de reflexión
con ese corte cerca del tobillo.
Estos hombres de café, periódico y rituales gregarios
al uso de la agenda y el teléfono celular;
la punta de sus zapatos desgastada; años sin ir al dentista y al optometrista)
retornan a sus casas cuando está por anochecer
y se paran detrás de una ventana
–siempre le dan dimensión a sus vidas con una ventana–
a esperar que la fogata del cielo termine de apagarse.
Ahí permanecen contemplativos y cinematográficos
sosteniendo un vaso de whisky
en una habitación a oscuras. Hay que cambiar el fusible de sus conciencias.
Con la otra mano se palpan el tórax
porque saben que entre una duda y una resolución
hay un dolor físico. Fuman, obvio.
Y les gusta que su cara y las paredes del cerebro
se llenen con las sombras que proyecta el alumbrado público
o las luces del río vehicular.
Me voy despacio hacia el oeste.
una colonia de insectos hidráulicos
–grúas y excavadoras–
sobre las construcciones cerca del río.
Ahí las formas han perdido su contorno y materialidad
que uno encuentra después de tres o cuatro lavadas.
JEYMER GAMBOA (1980, Santa Cruz de León Cortés, Costa Rica)
Enlaces: https://elcoloquiodelosperros.weebly.com/entrevistas/jeymer-gamboa
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