Henri Cole | El poeta ocasional

Henri Cole


Delfines



Los delfines parecen felices —tumbados sobre su espalda,
mostrando su reluciente dorso— mientras la
entrenadora
acaricia sus carrillos y hace que chillen enérgicamente.
Cuando se hace la muerta, ellos la empujan con sus
hocicos.
como a través de un cielo Tiepolo, y los niños gritan
alegremente,
destrozando mis sentidos.
                              
       Recientemente, entre las cosas de Madre,
encontré esto:
“Tengo miedo de él. Necesita atención psiquiátrica. Me incita
a creer cosas extrañas. Me ignora, me  ataca.
Muy tacaño. Quiere saber las condiciones de mi seguro”.
Aquí, en medio del revoltijo, la fidelidad y el amor no
han sido
sustituidos por problemas y conflictos. ¿Qué protege
a los delfines de la angustiosa soledad? ¿Por qué sus
almas
no son conscientes de su insignificancia? Qué lejos
parecen del mundo moderno. La belleza permanece
inalterable.


HENRI COLE (1956, Fukuokoa, Japón)
Versión de Carlos Alcorta
Fuente: carlosalcorta.wordpress.com
Imagen: www.bu.edu
Envio de Ven Dimias

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