Inés Manzano | El poeta ocasional

Inés Manzano




































El padre







Ni esta agua en que navego

como el mar

tus ojos

Ni el aire en que voy a sostenerme

como un árbol

tus ojos

Ni en que reposo el lecho

pacífico 

tus ojos



Ni el agua    el aire    el lecho

Tus ojos como el mar

como un árbol pacífico 



Tus ojos

               van a ser

                               lo primero que vi







La victoria de la víspera






Este contorno 

que la distancia desmenuza

ni aún remotamente se parece

al perfil de la victoria

                                   perseguida en los sueños

pero guarda

un parentesco secreto 

con el rostro descarado

de una muchacha en La Matanza

                             en Samotracia

con los dedos en V

Bien que somos porfiados



Amanece 

y la distancia nos pisa los talones



Ignora

que al contrario de Aquiles

en ellos reside nuestra gracia



  -alas robadas a los dioses- 



Indefensos y frágiles    sabemos

que el único suceso que nos torna invencibles

es tenernos a mano



Nos bebemos el mar



y la distancia 

se muda en filigrana 

traspasada de barcos               



Va cayendo en mi boca mientras digo



que yo me la devoro

como una jabalina vence

la copa de los árboles



De este modo burlada     

no puede con nosotros



Bien que somos porfiados

poderosos



Se deshace en el agua





Inés Manzano (Buenos Aires, Argentina)

De: "Si es puñal que me mate", Papeles de Boulevard, 2011

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