XXV
(¿CALCAR A LA IMAGINACIÓN?)
Dame lo que centellea;
olla para hervir los colores del bosque,
latidos de animal asustado en el centro de un tronco,
y unos labios con ganas de arrojarse al vacío.
Dame lo que camina:
pelambre de incerteza y collares de dientes,
una mujer desnuda de espaldas a mi sangre,
brasitas del deseo donde apoyar los pies.
Dame lo que merodea: el crujir de un aroma,
clamor de lo que se despeña, ruido
de caracoles triturados.
Dame
lo fugitivo para siempre.

De. "Palma Real", Colección Visor de Poesía, 2008
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