Irene Frydenberg, inéditos











Durmiendo










Verte dormir, digo tu pie buscando delicadísimo mi pie; digo


tu mano


apenas mis dedos yéndose.





Verte dormir, digo correr la almohada como quien echa de sí


los obstáculos;


verte dormir, digo


estar espía de tus respirares y en medio


espectadora indecisa, digo


no desear más.





Verte dormir, digo ir cayendo


arrinconarse


participar del espectáculo


y volver a pelear el sueño, digo


para que no termine el arco de tu presencia que me toca


y se emborracha.





Verte dormir, digo


es el premio que gané en una justa desconocida


que me hace batallar aún hoy


con todos mis soldados derrotados.














Dulce monotonía










No puedo contar a nadie


los idiomas de tu piel





No puedo despreocuparme


ni abandonar


                   la recordada


                                     


monotonía de tus labios















Constancia










Insiste el corazón en errar solo.


Insiste la luciérnaga.





Insiste el árbol, insiste el mar
contra las cosas.


Insisten mis manos en dar forma /
en desfondar.





Insisto yo


               agazapada


construida raramente y levísima de
hierro.





Insiste el corazón en quedar mudo,


insiste en no darse al encuentro /
ni a la fuga.











Deseo








Cómo quisiera tu regreso y que fueras el esperado:


lo que se come de a dos


para no ser más este monólogo


loco de ausencia y celibatos.





Cómo quisiera que volvieras para cuidar esa frontera centro de mí


y no ser más


este fantasma


evanescente como ola.











Irene Frydenberg (1956, Buenos Aires, Argentina)

De: "Corte" (inédito)



Enlaces: El poeta ocasional



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