Durmiendo
Verte dormir, digo tu pie buscando delicadísimo mi pie; digo
tu mano
apenas mis dedos yéndose.
Verte dormir, digo correr la almohada como quien echa de sí
los obstáculos;
verte dormir, digo
estar espía de tus respirares y en medio
espectadora indecisa, digo
no desear más.
Verte dormir, digo ir cayendo
arrinconarse
participar del espectáculo
y volver a pelear el sueño, digo
para que no termine el arco de tu presencia que me toca
y se emborracha.
Verte dormir, digo
es el premio que gané en una justa desconocida
que me hace batallar aún hoy
con todos mis soldados derrotados.
Dulce monotonía
No puedo contar a nadie
los idiomas de tu piel
No puedo despreocuparme
ni abandonar
la recordada
monotonía de tus labios
Constancia
Insiste el corazón en errar solo.
Insiste la luciérnaga.
Insiste el árbol, insiste el mar
contra las cosas.
Insisten mis manos en dar forma /
en desfondar.
Insisto yo
agazapada
construida raramente y levísima de
hierro.
Insiste el corazón en quedar mudo,
insiste en no darse al encuentro /
ni a la fuga.
Deseo
Cómo quisiera tu regreso y que fueras el esperado:
lo que se come de a dos
para no ser más este monólogo
loco de ausencia y celibatos.
Cómo quisiera que volvieras para cuidar esa frontera centro de mí
y no ser más
este fantasma
evanescente como ola.
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