I
Hay multitudes
cayendo
detrás de ti
y hombres que desarman
los campos
viendo caer sus cuerpos
a la intemperie
de sí mismos.
Yo me arrincono en la distancia celeste
y me arranco la mirada
cada vez que piso el aire
o
la persiana desequilibrada
de tu belleza
inepta
frágil.
Me despierto herido
y nacen llagas
en las galaxias
mientras las estrellas
se precipitan
para volver a tu sombra
sangrando como animales.
Es la hora del insomnio
y la vida me mira
sin siquiera percibirlo.
Caen hojas
y cae el mar
y alguien lo barre
preguntándome
si las agujas del reloj
son tristes.
Yo solamente me callo
tacto lo puro
el mundo
el limbo.
Tú vas cayendo
como un ave sin pliegues en los ojos.
En la esquina del día
el carpintero de los leones
cierra la tarde
con un botón
al tanto
las agujas del reloj lo cosen
en el río.
Tú retornas
y preguntas la hora.
Y la hora fue ayer
mañana
o
quizá nunca.
ROLANDO MERAYO (Turrialba, 1985, Costa Rica)
De: rolandomerayo.blogspot.com
Imagen: myspace.com
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