Rojo y negro
frente a un cuadro de Lorgio Vaca
En el Museo de Arte Moderno de Sucre
encontré al cuadro y sus montañas desbordadas de sangre.
El pecho de Jesucristo.
Una lanza apuntando oblicuamente al cielo.
La artillería antiaérea, la cruz de la luz.
Entonces recordé la noche de Marzo de 1945.
No corría sangre por ninguna parte
y al rojo vivo ardían el cielo y la ciudad.
Al día siguiente Tokyo era una inmensa pintura en tinta china.
Árboles, chimeneas, edificios, la torre de radioemisión...
Todo lo que estaba en pie era negro.
Los hombres yacían carbonizados como hormigas.
Desde entonces, Iri Maruki pinta negros cuadros
Todo es un color negro inflamado.
Aquí en Bolivia, la sangre corre de las pinturas,
bajan los cantos del hombre de las montañas verdes
y se convierten en ríos rojos.
YUTAKA HOSONO (Yokohama, Japón, 1936)
De: Revista Mascaró N° 5, mayo 1986
Imagen: Bamboo Thicket, de Iri Maruki en teachforpeace.org
0 Comentarios