Goenawan Mohamad

La mujer lapidada hasta la muerte al caer la noche   


La mujer lapidada hasta la muerte al caer la noche 
miró a lo largo de la llanura. 
 
El sol estaba aporreado. La silueta urbana, 
una quemadura de primer grado. 
La noche invadía, y la oscuridad, 
como un fantasma, chupó toda su sangre 
empapando el cielo del ocaso. 
 
La mujer lapidada hasta la muerte al caer la noche: 
¿podía estar buscando al hombre que escribió algo 
en la arena, último testigo
de todo esto?

El único aquí era yo:
una mano
escribiendo sobre la pizarra
de mis miedos.

La gente, con piedras en sus manos,
se había ido a casa.
El pecado había sido eliminado.
El anochecer, estregado.
El cielo liberado.

Sin embargo yo permanecía incapaz de volver a casa.
Como el cuerpo allí afuera.

Vi en sus cuencos una hilera de sangre
como melaza.

Y en sus ojos rotos las palabras.
"He pecado".

Oh, la mujer lapidada hasta la muerte al caer la noche.
Pregunto: ¿Me recuerdas?

Pero ella siguió mirando a lo largo de la llanura

Hasta que por fin los murciélagos volaron
y chillaron, reconociendo el cadáver,
y allí en la pus estaba mi nombre:
algo que ella quiso ocultar,
como mi tristeza.

"Sí," dijo ella una vez, "Todo lo que hice fue amarte. "

Oh, la mujer lapidada hasta la muerte al caer la noche,
Cierra tus ojos,
Cierra bien tus ojos



GEONAWAN MOHAMAD (1941, Batan, Indonesia)

Traducción: León Bla
Fuente: Asamblea de palabras
Imagen en Alchetron

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