Daniel Vaca Narvaja

 

Cenizas     

(a Carolina) 



Las cenizas de mi madre  
abrazan amorosamente  
desde hoy, 
las cenizas de su hijo 
fusilado.
Unas y otras 
unidas, re unidas
en cada mínima partícula 
por lazos materiales de amor 
inextricable.
Así en el origen, 
así en el final,
así en el cielo como en la tierra.
Son polvo amoroso
que el viento del tiempo 
y ningún humano
jamás podrán ya separar.



La caja fuerte




Yo sé el número perfecto 
que multiplicado por dos 
da igual a tres
que pueden ser cuatro 
o más
si ambos nos empeñamos. 
Pero olvidé lo principal:
aquella clave cifrada 
de letras y suspiros 
que, repetida mil veces 
en tus oídos
sin otro orden que mi afán, 
abría las puertas
de tu corazón metálico
al loco itinerario de morir unidos 
para luego, juntos,
renacer en paz.



Hormigas




No sé por qué la idea se me fue 
de la cabeza.
Estaba pensando en las flores que faltan 
en mi jardín,
manjar que devoran mis hormigas 
no en cualquier momento,
ni circunstancia,
sino cuando sus pétalos acaban de abrir.
¿Son gourmets esas negras y hambrientas 
marabuntas del Norte?
¿Sibaritas serranas del monte cordobés? 
No las critico,
las comprendo: 
también yo, a veces, 
quisiera ser hormiga 
y devorar como ellas, 
en primavera,
los pétalos surgentes
de alguna comedida flor.


De: "Warcalde y después", Ediciones Barnacle, 2023
DANIEL VACA NARVAJA

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