Nadia Prado | El poeta ocasional

Nadia Prado

 

NO se puede rasgar el pensamiento sin rasgar el sonido 
jaramagos en medio de la nada 
un cuerpo parecido al mío flota en su centro 
la cáscara avarienta guarda un falso calor 
hace pensar que la lengua es comparable a una hoja de papel 
en un territorio imaginario se esconde mi cara 
es cubierta y corteza sin embargo nunca deja de temblar 
me defiendo a oscuras 
mi esmero vacío y a pesar de todo 
un accidente ante mis ojos dormida y lenta la confianza
las iglesias talladas tampoco consiguen su fe
cubierto de niebla un volcán 

guarda calor para el invierno



EL puente en el vacío ha llamado a los pasos
el agua arrulla nuestros ojos
aún sobre el puente y la pregunta extendida fuera del puente y al otro lado de la colina
ante el barranco mi madre hace llegar a los oídos
un cuento sobre la creación de las estrellas
¿cuántos habrán nacido en el miedo?
los cuerpos que no quisieron hundirse
la sangre ha rociado el agua
las estrellas sangran y dicen
las puntas ruedan sobre el agua pero la carne les 
    impide
el ojo a través del agua como el pez cazador
sopla el viento que lo va a rozar
la brisa no es el viento sobre las cosas
es algo que mueve el vacío



DÍAS enteros para hablar de lo que es imposible
la latitud entre las palabras
es el tiempo de caminata con mi madre
desde el laberinto sordo de su distancia
descifrada la espera de antes me temo
cortarle las garras a la labor
solo los ojos cortan el tiempo
auque no el espacio
los ojos meten su oído y se detienen en el silencio
las cosas que se han ido ¿qué se habrán llevado dentro?
aunque un aroma nos persigue hasta que expiramos
pienso y pronuncio
lo que he pronunciado enloquece cuando mi voz lo arrastra


poeta chilena, jaramagos
NADIA PRADO
(1966, Santiago de Chile, Chile)
Fuente: J

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