Hugo Diz | El poeta ocasional

Hugo Diz


ODA AL AUTORRETRATO     



Si he sido árbol enjuto, 
pequeño insecto, sabio, 
alquimista, loco Midas de plomo, 
o solamente 
una abierta costilla, 
que los amigos digan. 

Algún poema, en la noche,
nos cierra las dudas
y las otras heridas,
más alcobas
y duelos
y penumbras


CON SUS LOCAS VIRTUDES     




Con sus locas virtudes 
llena mi vacío terrenal 
con sus escritos 
en las puertas 
en los pantalones 
en las medias, 
toda una mensajería que,
a veces, me desborda;
ella quiere en su ausencia,
que haga cantar al bosque
que llene todos los guijarros
y que todos, danzando
pidan por su presencia.




UNIONES




Nos unieron los follajes,
tu piel que no reconocía la caricia,
y esa música que se fue creando
más allá de los músicos
y de los mercaderes.
Caminatas en el día, besos en la noche
y mis dedos, siempre en la cortesía,
enredaban tus cabellos, trenzaban flores,
y te dejaban partir por las calles
entre dichosa y despreocupada,
entre esbelta y eterna,
entre bella y puntual, relámpago mío,
atardecer discreto, diurna y nocturna,
campana y laberinto,
Ya no hay tinieblas, hemos combatido
blasfemias, infamias y nostalgias.
Así ganamos las playas azules y el mar.
Los negros sueños fueron olvidados.
Estamos aquí, bajo jazmines y estrellas,
mojándonos, sumergidos en la lluvia,
con las puertas cerradas
y un manojo
de vida o de llaves
en las manos.



poeta argentino, Rosario, El lagrimal trifulca
HUGO DIZ
(1942/2022 Rosario, Santa Fe, Argentina
Imagen en La canción del país
Primer poema: envio de Raúl O. Artola



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