Hotel Lautréamont, por John Ashbery

Hotel Lautréamont


 
1.     

La investigación demostró que las baladas fueron producidas por toda la sociedad 
trabajando como un equipo. No ocurrieron por sí solas. No hubo conjeturas. 
Las personas, en aquel momento, sabían lo que querían y cómo conseguirlo. 
Vemos los resultados en obras tan diversas como “Windsor Forest” y “The Wife of Usher’s Well”.   


Trabajando como un equipo, no ocurrieron por sí solas. No hubo conjeturas. 
Las trompas de Efland pasaron volando, y en pocos segundos 
vemos los resultados en obra tan diversas como “Windsor Forest” y “The Wife of Usher´s Well”, 
o, en una nota más moderna, en el final del concierto de violín de Sibelius. 

Las trompas de Efland pasaron volando, y en pocos segundos
el mundo, como sabemos, se hunde en la demencia, como demuestra la narrative passé,
o en el final del concierto de violín de Sibelius.
No te preocupes, muchas manos están haciendo el trabajo más fácil de nuevo.

El mundo, como sabemos, se hunde en la demencia, como demuestra la narrative passé.
En todo caso, la decisión está pendiente desde hace mucho tiempo.
No te preocupes, muchas manos están haciendo el trabajo más fácil de nuevo,
así que quedémonos adentro. La búsqueda era sólo otra aventura.



2.

En todo caso, la decisión está pendiente desde hace mucho tiempo.
Las personas están fuera de sí, extasiadas,
así que quedémonos adentro. La búsqueda era sólo otra aventura
y la solución problemática, de cualquier modo lejana en el futuro.

Las personas están fuera de sí, extasiadas,
sin embargo, nadie se pregunta el origen de tanta euforia colectiva,
y la solución: problemática, de cualquier modo lejana en el futuro.
El saxofón se lamenta, la copa de martini está vacía.

Sin embargo, nadie se pregunta el origen de tanta euforia colectiva.
En tiempos difíciles uno miraba al chamán o al sacerdote para el consejo y el consuelo.
El saxofón se lamenta, la copa de martini está vacía,
y la noche como un negro plumón de cisne se instala en la ciudad.

En tiempos difíciles uno miraba al chamán o al sacerdote para el consejo y el consuelo.
Ahora, sólo quienes tienen la voluntad están destinados a recibir la muerte como una recompensa,
y la noche como un negro plumón de cisne se instala en la ciudad.
Si intentamos salir, ¿nos ayudará estar desnudos?


3.

Ahora, sólo quienes tienen la voluntad están destinados a recibir la muerte como una recompensa.
Los chicos bailan hula-hula, imaginando una puerta al exterior.
Si intentamos salir, ¿nos ayudará estar desnudos?
¿Y qué hay de los mayores, las preocupaciones más ligeras? ¿Qué hay del río?

Los chicos bailan hula-hula, imaginando una puerta al exterior,
cuando todo lo que pensamos es cuánto podemos cargar con nosotros.
¿Y qué hay de los mayores, las preocupaciones más ligeras? ¿Qué hay del río?
Todos los gigantes fueron archivados a través del laberinto del tiempo.

Cuando todo lo que pensamos es cuánto podemos cargar con nosotros
no sorprenden aquellos que en su casa se sientan, nerviosos, junto a la apagada chimenea.
Todos los gigantes fueron archivados a través del laberinto del tiempo.
Sólo nos queda llegar a un acuerdo con nuestras cosas en común.

No sorprenden aquellos que en su casa se sientan nerviosos junto a la apagada chimenea.
Fue  su elección, después de todo, la que nos impulsó a las hazañas de la imaginación.
Sólo nos queda llegar a un acuerdo con nuestras cosas en común
y al hacerlo destituimos al tiempo de más rehenes.


4.

Fue su elección, después de todo, la que nos impulsó a las hazañas de la imaginación.
Ahora, silenciosamente como alguien que sube una escalera, emergemos hacia la luz
y al hacerlo destituimos al tiempo de más rehenes,
para poner fin a la disputa que la historia hace tiempo comenzó.

Ahora, silenciosamente como alguien que sube una escalera, emergemos hacia la luz
pero está envuelta, velada: debimos haber cometido algún error espantoso.
Para poner fin a la disputa que la historia hace tiempo comenzó
¿Debemos empujar hacia delante, en la perversidad?

Pero está envuelta, velada: debimos haber cometido algún error espantoso.
Enjuagaste tu frente con una rosa, recomendando sus espinas.
¿Debemos empujar hacia delante, en la perversidad?
Sólo la noche lo sabe con seguridad; el secreto está a salvo con ella.

Enjuagaste tu frente con una rosa, recomendando sus espinas.
La investigación demostró que las baladas fueron producidas por toda la sociedad;
sólo la noche lo sabe con seguridad. El secreto está a salvo con ella:
Las personas, en aquel momento, sabían lo que querían y cómo conseguirlo.


Traducción Juan Arabia
 
Críticos, eruditos y lectores de poesía contemporánea han apreciado durante mucho tiempo el asombroso dominio de John Ashbery (Rochester, Nueva York, 1927 - Hudson, Nueva York, 2017) de la cadencia y el lirismo del habla coloquial, pero han sido menos sensibles a las influencias igualmente importantes en su obra de poetas franceses “forasteros” como Arthur Rimbaud, Raymond Roussel e Isidore Ducasse (además conocido como Conde de Lautréamont). 
Estas presencias a veces pasadas por alto están maravillosamente vivas en la hermética colección de poemas líricos Hotel Lautréamont (Alfred A. Knopf, 1992). Como observó David Herd en New Statesman and Society, se trata de “una poesía que se dedica total y sorprendentemente a la forma en que suceden las cosas”.
El poema aquí presentado, que da título a la colección, es un “Pantoum”: una forma de verso malayo adaptado por poetas franceses y ocasionalmente imitado en inglés. Consta de una serie de cuartetos, con la segunda y cuarta líneas de cada cuarteto repetidas como la primera y tercera líneas de la siguiente. La segunda y cuarta líneas de la estrofa final repiten la primera y tercera líneas de la primera estrofa, de la siguiente manera: Stanza 1: A-B-C-D, Stanza 2: B-E-D-F,  Stanza 3: E-G-F-H, Stanza 4: G-I (ó A ó C) H-J (ó A ó C).



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Fuente: Diario Perfil
Imagen: La Nación

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