Gustavo Yuste


Siete regalos que no funcionaron 






I











El recuerdo de un viaje


que iba a reafirmar nuestro amor


ahora es un pijama descuidado


que acumula las manchas de los días.











II










Ese peluche gigante


ya no se mantiene en pie


y una capa de suciedad


tapa todo lo que supo ser


una superficie suave.











III











Un florero que albergó


flores y brotes que nunca prosperaron


ahora acumula piedras del sur


de nuestras últimas vacaciones juntos.











IV











Las fotos que estaban en ese portarretratos


ya deben haber sido trituradas


por el camión de basura.





Ahora el marco no mantiene la vertical


y la postal que intenta llenar el vacío,


deja finos espacios en blanco.











V











La canción que escuchábamos


salta en la mejor parte.


Al resto del álbum


nunca lo oímos con interés


y en Internet es imposible venderlo


si no es dentro de un lote


con otros 49 cds.











VI











Tratando de intercambiar este libro,


el librero me advirtió


que le faltaba una hoja.


“Justo cerca del final”, señaló.





Parece un mal chiste


que ninguno de los dos


se haya dado cuenta antes.











VII











Mientras borro todos tus archivos


un cartel me pregunta si estoy seguro.





La máquina que me regalaste


al final aprendió a preguntarme


lo mismo que vos.










La noche es una sola











En mi barrio, las luces se apagan 


al ritmo de las voluntades.


Por más que el drama


multiplique el efecto,


la noche sigue siendo una sola


y todo podría ser peor.


Queda un consuelo:


cuando la oscuridad es total,


muchas publicidades pierden su efecto.





Ahora bien, no hay que cantar victoria.


No importa el momento 


en el que leas esto:


siempre hay alguien 


que llama para dejar mensajes


en el contestador automático


de una persona que nunca


va a levantar el teléfono.











Croquis











Este plano frío y lejano


de la ciudad que habito a diario


no impide que siga pensando


en nosotros dos 


y preguntarme si todavía 


recordarás mi dirección de memoria.





Ahora mismo podría dibujar a mano alzada 


todo lo que nos pasó;


nuestros errores son las vías 


que determinaron que cada uno 


haya desembocado


en las estaciones terminales opuestas.











Gustavo Yuste

GUSTAVO YUSTE nació en la Ciudad de Buenos Aires en 1992. Es Licenciado en Ciencias de la
Comunicación por la Universidad de Buenos Aires (UBA), periodista y escritor. Colaboró
para distintos medios como Revista Noticias, Perfil y es cofundador de la revista digital La
Primera Piedra. Publicó los libros de poesía Obsolescencia programada (Eloísa Cartonera,
2015), Tendido eléctrico (Objeto editorial, 2016), Las canciones de los boliches (Santos
Locos, 2017), Lo que uso y no recomiendo (Modesto Rimba, 2018) y La felicidad no es un
lugar (Santos Locos, 2020). En 2019 publicó su primera novela, Personas que lloran en sus
cumpleaños (Paisanita).

En 2015 fue uno de los autores elegidos en la IV edición de “TwitteRelatos por la
Identidad” organizado por Abuelas de Plaza de Mayo. También participó como jurado de la
antología de poesía Apología 3 (Letras del Sur, 2016) y en 2017 fue seleccionado en la
Bienal Arte Joven Buenos Aires dentro de la categoría Escritores.





Fuente: "La felicidad no es un lugar", Santos Locos, 2020


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