15
Afuera los malvones dedican su vida
a ceder espacio a los pájaros.
Yo miro y ese viento
también me golpea.
Todo arderá alguna vez
blanco, rojo, rosáceo todo arderá
como una revelación.
17
No recuerdo el nombre de la mujer
pero encontré sus huesos:
cuando trasplanté la cineraria marítima
sonaron confundiéndose
con el campanario de la iglesia en otro continente.
20
¿Oís la música?
Las flores crecieron con la última llovizna
y la música, Querido, la música
es un monstruo,
la violencia de alzar las manos.
Las manos en alto,
las manos en alto.
Te recibo.
De: "Nadie dijo la belleza" (inédito)
Noelia Palma (1984, Morón, Provincia de Buenos Aires, Argentina)
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