Agustín Silva-Díaz | El poeta ocasional

Agustín Silva-Díaz


Dos veces    



Giro la llave y
dejo correr el agua
Primero algo de tierra que sale de la tubería
          y que nos recuerda de dónde venimos
                    del trópico
y que rápidamente se va por el desagüe
Me siento a esperar que el agua se ajuste a la temperatura perfecta
para esta piel roja de sol y este cuerpo desacostumbrado al frío
Veo el agua que huye, que ha sido desechada
que no ha sido escogida
El agua sigue fluyendo 
cierro el desagüe y la veo subir lentamente
El correr del agua arrulla y un eco
que me dice
          que el tiempo pasa
          que se escurre como el agua
          que los ríos
          que la mar y el morir
Oigo entonces cómo el agua se agita
y la veo en el agua, brillante
y entonces María Eugenia me recuerda:
           «Aunque no lo creas
           es la segunda vez que nos bañamos en esta bañera» 



El centro del universo



Mi papá acostado en un chinchorro
en el caney
Tiene una cuerda para balancearse levemente
como si le diera cuerda
al sol
para que siga su camino y pueda ocultarse
El cielo juega a despedirse con fuegos
de fiesta
allí donde se junta con el mar que brilla
Mi padre dice, sin despegarse del espectáculo
en el que parece haber estado trabajando

          Este es el centro del universo

Sonrío y me doy vuelta para buscar las aceitunas
que ya deben estar frías
con la seguridad de que me alejo
a cada paso
del centro del universo


AGUSTÍN SILVA-DÍAZ (1973, Venezuela)
Fuente: http://revistadepoesiaelsalmon.blogspot.com/




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