Milo de Angelis / Ginebra Magnolia
Todo estaba ya en camino. Desde entonces hasta aquí. Todo
el tiempo, luminoso, rozaba los labios. Toda
la respiración se concentraba en el collar. Las sombras
de Lambrate cerraron la puerta. Toda la habitación,
absorta, se convirtió en el primer latido. El negro
de tus cabellos contra el amarillo del último rayo.
Desde entonces hasta aquí. Era el primer día del verano.
El silencio nos llenaba la frente. Todo estaba
ya en camino, desde entonces, todo estaba aquí, único
y perdido, nuestro y remoto. Todo pedía
permanecer a la espera, de volver a su verdadero nombre.
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