Una cacería rápida
En ayunas salgo a ver amanecer
todavía están prendidas las luces del Centro
Armo un bigote rubio de tabaco y fumo
contra el aire frío
Los pastos congelados, el tanque de oxígeno
Las cabañas familiares alineadas
contra el cerco de pinos negros
Pasa un ordenanza, saluda: buen día
está muy desabrigado
Se apagan las luces y se abre el resplandor
Dos calandrias gordas picotean deshechos
mi nervio adormecido. Toda la noche
de un tirón soñando con un hombre
que me quiere vender matas perfumadas
para ahuyentar los mosquitos
cuando arrimo la nariz, se desperezan
Son animales extraños
que hay que domesticar
Yo los rechazo, son mamíferos
no sabría qué hacer con ellos
Servirles la leche temprano
para que no se vuelvan locos
y empiecen a destruir con sus hocicos
la tranquilidad
Vas a salir con la gorra de tu padre
Es azul eléctrico
con una diadema dorada de laurel
bordada sobre la visera
estilo el logo de Fred Perry
que me regaló un dj amigo
Esperaste varios meses
desde que te la pasé
para animarte a usarla
un poco por la fama insoportable
de tu viejo en las tarimas
y otro por la locura acumulada
en el vacío de la bocha
muchos restos de house
Kevin Yost
y rolas anfetosas
de la santa fe 2000
Vos pegaste un fantasmita azul
bailaste hasta las 11
y te fuiste a dormir un rato al auto
Cuando tu cara volvió a brillar como una luna
como cuando eras bebé
mandaste un mensaje a tus amigos
para que te fueran a abrir
La pista del after dura
y vos con la gorrita azul
los anteojos
y un poquito más de barba
Te llegó entonces mi whatsapp
Todo bien?
Me contestaste una foto
donde somos dos gotas de agua
FERNANDO CALLERO (1971, Concordia, Entre Ríos / 2020, Santo Tomé, Santa Fe, Argentina)
De: "Cacería rápida", Ediciones Caleta Olivia, Buenos Aires, 2016
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