Fernando Callero | El poeta ocasional

Fernando Callero


Fernando Callero


Una cacería rápida       




En ayunas salgo a ver amanecer 
todavía están prendidas las luces del Centro 
Armo un bigote rubio de tabaco y fumo 
contra el aire frío 
Los pastos congelados, el tanque de oxígeno 
Las cabañas familiares alineadas 
contra el cerco de pinos negros 


  

Pasa un ordenanza, saluda: buen día 
está muy desabrigado 
Se apagan las luces y se abre el resplandor 
Dos calandrias gordas picotean deshechos 
mi nervio adormecido. Toda la noche 
de un tirón soñando con un hombre 
que me quiere vender matas perfumadas 
para ahuyentar los mosquitos 
cuando arrimo la nariz, se desperezan 
Son animales extraños 
que hay que domesticar 
Yo los rechazo, son mamíferos 
no sabría qué hacer con ellos 
Servirles la leche temprano 
para que no se vuelvan locos 
y empiecen a destruir con sus hocicos
la tranquilidad



Vas a salir con la gorra de tu padre




Es azul eléctrico
con una diadema dorada de laurel
bordada sobre la visera
estilo el logo de Fred Perry
que me regaló un dj amigo
Esperaste varios meses
desde que te la pasé
para animarte a usarla
un poco por la fama insoportable
de tu viejo en las tarimas
y otro por la locura acumulada
en el vacío de la bocha
muchos restos de house
Kevin Yost
y rolas anfetosas
de la santa fe 2000
Vos pegaste un fantasmita azul
bailaste hasta las 11
y te fuiste a dormir un rato al auto
Cuando tu cara volvió a brillar como una luna
como cuando eras bebé
mandaste un mensaje a tus amigos
para que te fueran a abrir
La pista del after dura
y vos con la gorrita azul
los anteojos
y un poquito más de barba
Te llegó entonces mi whatsapp
Todo bien?
Me contestaste una foto
donde somos dos gotas de agua



FERNANDO CALLERO (1971, Concordia, Entre Ríos / 2020, Santo Tomé, Santa Fe, Argentina)
De: "Cacería  rápida", Ediciones Caleta Olivia, Buenos Aires, 2016

0 Comentarios