Hanni Ossott | El poeta ocasional

Hanni Ossott

Hanni Ossott



La primera trama



Yo no sabía que la casa de la infancia
me hiriera después
y que sus gasas, sus cortinajes, sus ropajes
se apegaran acumulados
a mi piel interior.

Yo no sabía que debía rasgar esas vestiduras
y dejar hilachas
pedazos
entre el vivir.
Yo no sabía
que había que hacer, y deshacer
como a un tejido
Fiel
a una primera y única trama


Por salir del charco

                                    A Washington con Manuel


En algún lugar del mundo
una mujer se sentaba todas las mañanas 
a contemplar un viejo edificio. 
Y había ventanas, sí 
plenas de sombras
hombres, mujeres, monstruos. 
Esa casa estaba deshabitada 
no había amantes, no.
Sólo aves que a veces cruzaban el horrendo paisaje.

En algún lugar del mundo

    había una lámpara rota 
    que no era de ella.
También un diccionario.

Eso no podía resolver su soledad.


Había tres árboles, cuatro árboles 

y ruidos, la calle, los automóviles.

En algún lugar del mundo ella 

no pudo hablar con quien podría
        ser su amante. 
El placer estaba vedado. 
Las ambulancias pasaban 
El fastidio cundía.

En algún lugar del mundo

ella se detenía
a ver un enchufe 
un sofá
una mesa repleta de libros y de centavos
y al marido: mustio, callado, leyendo...

También había pastillas, muchas pastillas 

y un avión que pasaba. 
Llevando a gente que sí tenía lugar.

En algún lugar del mundo 

        ella rezaba 
        por salir 
        por salir 
        del charco.


                                Washington, junio 1990 
                        Desde la próxima enfermedad...


HANNI OSSOTT (1946 / 2002, Caracas, Venezuela)
Enlaces: http://www.arquitrave.com/archivo_revista/enlace2abril05.htm
Imagen: Flickr




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