Comienzo
esas mañanas que el tiempo exasperaba,
que ya repetirían su arreciante nitidez,
eran por cierto los mismos ademanes
la intermitencia de otra lluvia
el crepúsculo entonces
desharía lentamente
las luminosidades esparcidas
una pasión rozando
la ceguera del viento,
podría acordar un rastro
en los confines del follaje
Siesta
a Jorge Isaías,
la amistad de los años feraces
mientras preparo la bombilla
para insertar la tarde
en soledades,
presiento que una cerca infranqueable
resguardará la fe sobre lo tenue
quizás hemos quedado
para disuadir al instante
por los despeñaderos del recuerdo
Tardes de verano
con la lucha de todo abandono
y de toda esperanza. Enrique Molina
tan lejos o tan cerca de otros soles
por las antiguas estaciones
en verdad caminábamos
sin comprender aquellos pasos,
casi como un amor en las antípodas
sobre cualquier peldaño de la aurora
RAÚL GARCÍA BRARDA (1939, Rosario, Santa Fe, Argentina)
Imagen: www.pagina12.com.ar
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