Laura López Morales | El poeta ocasional

Laura López Morales



En su atenuada modulación, cada uno de estos poemas resulta inseparable del que lo precede. El último no cierra el círculo porque no hay círculo que cerrar. El poema se fragmenta como la materia en suspensión pero no pierde su unidad con los materiales que lo constituyen: el agua, la arena, la escasez, el espanto, los pozos sucesivos, el guadal que vio desprenderse íntegro el cuerpo de la madre.  

Fracciones integradas de una materia sólida reticente es lo que la poeta denomina con precisa ambigüedad “las desperdigadas minucias”. Leer estos poemas es ir hacia una voz nítida que prescinde de un cuerpo con su edad o sus días contados. Lo personal es esa voz que pone a evanescer un cuerpo – el del poema – que el lector aloja pero no alcanza a tocar en el cuerpo a cuerpo de la lectura. Construida con oraciones impersonales – he aquí el hallazgo que permite haber alzado una estructura tan sólida con casi invisibles pilares –, “aquello” que solo pronuncia “yo” tres veces, alcanza para fundar un pueblo de esta voz poderosa que se levanta sola y se ausenta. Porque aquí el único cuerpo no escamoteado es el de la madre en su pozo. Los otros cuerpos,  el de los niños, el de los depredadores de a caballo, el de algunos otros, difusos, son consignados por su entorno: el de los niños se refleja en las voces y risas que echan a rodar por la boca del pozo o está determinado por desoladoras cercanías filosas; el de los jinetes es un cuerpo a la  espera de consumar la falta en los corrales donde el alimento no sobra. Se trata de cuerpos sometidos a pura pérdida. Como el envés de las hojas que podrían albergar frescura y solo cubren formas duras del odio.  


Alicia Silva Rey 




Mi madre 
toda ella se fue del guadal un día 

de la escasez dice 


para que yo 

con idéntica escasez 
viva entre los árboles. 

A estas costas  

llegan los domingos 
y lo que se queda en la arena 
para siempre 

yo no he sabido volver 

de antiguos nombres 

pequeños ojos de agua 

que la luna vuelve blancos. 

Asomarse al pozo 

no tenía otro sentido 
que el de hacer retumbar 
las voces y las risas 

de aquella negrura 

volvía un eco 
más hondo que el agua. 

Anotan los días del agua 

y los días del trueno 
pero no ven los caballos 
en las laderas del sur 

cuando la noche entra en los corrales 

de nada sirve contar las faltas 

las desperdigadas minucias 


todo está aquí 

junto al caliente asedio del miedo. 

Se vive sembrando vidrios 


pequeños trozos en punta 

que crecen hasta cercarnos 

no dan tregua 


los resquicios del espanto 

suelen volverse agudos 
implacables 

levantar la mano a tiempo 

puede a veces 
merecer la lluvia. 
De toda esta verdad 
tan verde 
tan de nadie 
escarbo la tierra con gusanos 

el odio 

que también es una piedra 

la fiera que espera 

en el envés de las hojas 
a dar una estocada 
pura este día 
o para el próximo 

así es como se escarba 


la piel cambia 

los dientes roen 
las uñas laceran 

el pozo se ahonda 

es preciso enterrar en él 
una verdad 
o un pájaro. 

A este cuerpo 

también llega la lluvia.    


LAURA LÓPEZ MORALES (1976, Villa Dolores, Provincia de Córdoba, Argentina)
De: "Las desperdigadas minucias", 2013 
Formó parte del taller literario Piedra Viva. Publicó los cuadernillos de poesía: Signos en tu Espalda (La Luna Que, 2006) y Las Desperdigadas Minucias (2013). Su primer libro es También afuera es todo esto (Llanto de Mudo 2014). Participó en las antologías: Palabras de Dolores (Piedra Viva 1998), Poesía Hacia el Nuevo Milenio III (La Luna Que 2000), Poemas de la Sierra Grande (2004), Asueto, Hojas de Poesía (Asueto 2010), Más Vale Tardes (Postales Japonesas, 2011), Elefante (Ed. Rodolfo Schmidt, 2012), Habitar el Grito, Poesía y Memoria en la Perla (Ediciones del Pasaje, 2013), Palabras de Poetas (Babel, 2013), Tomá de Acá , Poesía para abrir el campo ( Biblioteca popular María Saleme, 2013 ), Obertura, Club Editorial de las Sierras Chicas (Dínamo Poético, 2013) y 20 años, Poesía Llanto de Mudo (Ed. Llanto de Mudo, 2015) 

Envio de Alberto Cisnero

Fuente: http://barnaclecia.wix.com/home
Imagen: Facebook de LLM

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