Turquesa, oro, salmón
El viaje a Mones Cazón
por la ruta cinco
era tan aburrido
todo igual de plano
y de vacío hasta llegar
a Pehuajó
justo doblando
la curva del acceso.
Hasta entonces
solo una estación de YPF
idéntica a la anterior
en la entrada de cada pueblo.
Papá nos hacía jugar
al veo veo.
Mamá con la mirada
fija en la ruta,
decía no tengo ganas.
Pero cada tanto jugaba igual
y algún color raro
se le ocurría: turquesa,
oro, salmón.
Yo nunca encontraba nada
entre los grises de la ruta
y el tapizado sin gracia del auto.
Nos entreteníamos así,
buscando
lo que no estaba
en ningún lado.
Filtrar la luz
Era la rama con la luz.
Arnaldo Calveyra
Otra vez un viento
entre las hojas de la parra.
Pero ya nada se derrama ni se cae.
Mamá se ríe ahora
sin preocupaciones
sentada en el sillón
de hierro del patio.
Sonríe con mi hermana a upa
mientras se acomoda el pañuelo
que la protege del sol.
Un sol que pega fuerte
en el verano de la tarde
y atraviesa las hojas.
Es una escena que reaparece
en las mejores tardes de verano
cuando estoy al reparo de algún verde
y las hojas se mueven levemente
y al moverse dejan
filtrar la luz.
Daniela Camozzi (1969, Haedo, Provincia de Buenos Aires, Argentina)
Fuente: http://deloquenoapareceenlasencuestas2.blogspot.com.ar/2015/09/daniela-camozzi.html
Imagen: Facebook de DC
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