Gabriel Chávez Casazola | El poeta ocasional

Gabriel Chávez Casazola


Memento mori




Ni el arco que contempló las pomposas victorias
de César Marco Aurelio Antonino Augusto
ni aquél que casi fue rozado por la tiara del Papa Rey erguido en una cabalgadura
preciosamente enjaezada
ni ese otro que vio al Gran Corso desfilar con sus tropas en el cénit
de su tardío imperio decimonónico
y ni siquiera el pequeño seto de pino bajo el cual paseaba el Libertador,
hombre más bien menudo,
en la quinta de San Pedro Alejandrino,
cobijaron el mismo poder
que el arco que forma tu cintura
ni celebraron mejor
la frágil duración
de los reinos y el reino de este mundo
que la curvatura de tu espalda
cuando mi mano, en el alba, la atraviesa.

Beyond the rainbow




Al viajero le fue dado una mañana conocer el lugar donde termina el arcoíris
el más allá del arcoíris
el tesoro enterrado a los pies del arcoíris,
poner punto final a todas las magias y misterios que los hombres hemos imaginado
sobre (y debajo) de los arcoíris.
Me explico mejor. Una mañana
el viajero (extenuado acaso de tanto buscarlo)
recibió el don de contemplar la totalidad del arcoíris.
Sobre las nubes, desde un biplano, lo vio dibujarse perfectamente
rotundo
redondo
circular como solo los círculos saben serlo.
Así supo
que los arcoíris no tienen final
(ni tampoco principio),
que no tienen más allá
ni lugar a sus pies donde enterrar tesoros.
Pero os prevengo, desatinados lectores, que esto no puso final
ni mucho menos
a la magia y misterio de los arcoíris.
Por el contrario, les confirió la especial dignidad
que solo las esfinges sin secreto
suelen atesorar
en algún lugar
beyond the rainbow
somewhere over the rainbow;
esto es,
justo
allá,
donde termina
(y comienza)
el arcoíris.



Paso de Ecuador (o Amor 77 revisited)



Poner la pila al reloj
encender el celular
y
–como aquellos olvidados personajes de Cortázar-
levantarnos, bañarnos, entalcarnos, perfumarnos, peinarnos,
vestirnos
y así progresivamente
volver a ser lo que no somos
o lo que somos,
que es aún peor.


Bola de cristal




Él puede leer los ojos de los niños, sabe
qué será del mejor alumno de la clase
y del niño becado y de esa alta morena.
Paladea un Jack Daniels lentamente
en la esquina del bar.
Sus ojos están fijos en el fondo del vaso.
Ya no quiero mirar ya no quiero mirar.

Poeta y periodista boliviano. Publicó los libros de poesía Lugar Común (1999),Escalera de Mano (2003), El agua iluminada (2010) y La mañana se llenará de jardineros (2013 en Ecuador y 2014 en Bolivia). Parte de su obra se halla traducida al italiano, portugués, inglés y rumano. Poemas suyos se encuentran incluidos en antologías internacionales y de su país. Ha participado en encuentros, lecturas y festivales de poesía en varias naciones y ciudades de las Américas y en España. Imparte talleres de poesía  en universidades y centros culturales. Columnista en periódicos bolivianos y colaborador de revistas internacionales de poesía. Editó una vasta Historia de la cultura boliviana del siglo XX, en dos volúmenes, premiada como Libro Mejor Editado en su país en 2009.  Entre otros premios, ha recibido la Medalla al Mérito Cultural del Estado boliviano. En 2013 fue finalista del Premio Mundial de Poesía Mística Fernando Rielo.

GABRIEL CHÁVEZ CASAZOLA (1972, Sucre, Bolivia)
Fuente: http://www.moving-art.net/

Enlaces:http://www.crearensalamanca.com/siete-poemas-del-boliviano-gabriel-chavez-casazola-pinturas-de-miguel-elias/
http://circulodepoesia.com/tag/gabriel-chavez-casazola/ Reseña biográfica: www.metaforologia.com


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