Languidez de elefante
Yo era grandioso entonces, ¡querido
Mississipi!
Desprecié a los poetas, gasterópodo amargo,
me fui, ¡mas cuánto amor en las estaciones y deporte en el mar!
¡Récord! Tenía seis años (¡aurora de los vientres y frescor del pipí!)
Y esta mañana a las diez horas y diez minutos el rápido
que flotando en raíles cruzaba trenes límpidos
y me tiraba al aire, tobogán chapuzón.
A cien por hora íbamos y a pesar del rumor,
con su encanto el periódico embriaga al fumador.
Y aunque así el expreso se hubiera
lanzado,
entrenador que imanta albatros y palomas,
con ese ritmo loco me había mecido el tren.
Mis ideas se doraban, era soberbio el trigo,
pacían los herbívoros en pillos prados verdes,
loco por boxear le sonreía a la hierba.
Mississipi!
Desprecié a los poetas, gasterópodo amargo,
me fui, ¡mas cuánto amor en las estaciones y deporte en el mar!
¡Récord! Tenía seis años (¡aurora de los vientres y frescor del pipí!)
Y esta mañana a las diez horas y diez minutos el rápido
que flotando en raíles cruzaba trenes límpidos
y me tiraba al aire, tobogán chapuzón.
A cien por hora íbamos y a pesar del rumor,
con su encanto el periódico embriaga al fumador.
Y aunque así el expreso se hubiera
lanzado,
entrenador que imanta albatros y palomas,
con ese ritmo loco me había mecido el tren.
Mis ideas se doraban, era soberbio el trigo,
pacían los herbívoros en pillos prados verdes,
loco por boxear le sonreía a la hierba.
Fuente: Leedor
Imagen: ABC
0 Comentarios