Qué será de lo público como una multitud que brilla
agrestes de rocío y césped de comedores.
Qué será de lo privado en un espíritu que bebe su vaso devino desde la altura que dejan las luces del centro,
giro de una provincia que va como siempre hasta la vuelta
sobre sí, tan corta y respirada.
que caen otra vez y otra, para que descanses sobre esta calle
y la casa del bosque con un frío de alientos
en la madrugada de un caballo fugado.
Porque el borde de lo sagrado y del agua a unas cuadras
de aquí, serán altura para darte, altillo, secreto mirador
de una avenida
que concluye al río
Será secreto a voces, con un público que ingresa,
con los herrajes, los llamadores y el silencio de las llanuras
construidas y penetradas.
Multitudes rodeadas en los verticales rígidos.
Río extendido, a pasos de aquí, sobre los infinitos de la luz
y sus reservas,
conquistas que fueron una provincia, un parador de noche,
un campo de indios y malevos con copas en su arteria,
en su avenida, en sus pendientes de las lluvias eternas.
Oh, Ciudad Capital, agua de río.
Enlaces: Juano Villafañe
Imagen: www.centrocultural.coop
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