El poema comienza siempre con una circunstancia | El poeta ocasional

El poema comienza siempre con una circunstancia



giro la perilla, 

el segundo paso
del inicio del día.

El primero
fue la devastación de mi cara
frente al espejo,
como lo dije en la primera versión.

El comprimido intenta demostrar
la magnificencia
de una vida ordinaria,

y para colmo,
hurgo los bolsillos vacíos.

Una nube de vapor
navega hacia el exterior
por el ventiluz.

El canto de un pájaro
la atrae.



© PEDRO DONANGELO

Imagen: Detalle de Woman in a blue dress, de Modigliani



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