Juan Cameron | El poeta ocasional

Juan Cameron


Juan Cameron






Nos habíamos amado tanto




Urdimos el jurel con los dedos junto al Estero de Castro
la Chica ríe y besa a Manuel mientras las gotas
de una lluvia que no existe sino en ese recodo
quiere borrar el fuego

Enfrente no están los palafitos cortados por la dictadura
Apenas un motor que zumba mientras la llama
cruje y el pez se multiplica en la lima de uñas

¿Cruje aún? ¿Sigue el motor camino hacia las islas?
¿Existe Castro sino en nuestra memoria?
Ella también me amó -es cierto- cuando Manuel había huido
así Manuel la amó y levantó los brazos en el orgasmo
y Gonzalo y yo aplaudimos borrachos en el patio

¿La amó Gonzalo? ¿Compartió esos jureles rescatados 
          bajo su piel de agua?
¿Deslizó sus piernas como la marea?
No escucho la respuesta     Quedó allá lejos     en la otra estación
junto a mi copa
Manuel libró de cárcel y atravesó los mares y vive     lo sé
vociferando en su guitarra por Perth o Sidney     no importa
La Chica quedó en su barrio     un pasaje llamado olvido
o encalló en la familia     tal vez haga el amor
con un buen hombre y rían de haber vivido así nosotros tanto

De mí nada pregunten     sería
como ver el color de las aguas en la imagen del fondo
donde un motor jadea y se pierde allá lejos
hacia
          vaya
                    a saber
                              uno
                    donde.






Juan Cameron (1947, Valparaíso, Chile. Reside En Estocolmo, Suecia)

De: Video Clip, Bikupa, Estocolmo, 1989

Imagen: rileditores.cl


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