El jilguerito
El amado a la amada se parece. No da vergüenza ya la muerte, absorto jilguerito atado a su pasión.
Deudas
En el desgarro del espanto perfeccionás tu luz y me recuerdo.
La sed
La encerrada en su sed paga por cada instante de lo que fuera resistir.
Así vendrán tristumbres, la madre general, las deudas del olvido.
El baldío
Animal de baldío, memoria, comés pastos que no crecieron más.
El espejo
Alma que sólo ves un animal herido al fondo del espejo:
cesa ya de jadear.
JUAN GELMAN (Buenos Aires, Argentina, 1930)
De: "Salarios del impío", Libros de Tierra Firme, 1993
Imagen: corraldelocos.blogspot.com
Enlace: Juan Gelman en El poeta ocasional
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