Que comience a nevar
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No podíamos ser la nieve,
pero riéndonos quisimos serlo ¿o acaso no?
Hubo,
en nuestra involuntaria alegría, una
manera de blancura, del "no saber qué es la nieve".
Y la pena y el misterio tan fáciles de conciliar
-no tanto en tu juventud, sino en mi
destiempo- parecían vibrar, y
adecuarse al ritmo desdeñoso de los copos entre sí.
Y así se apartó uno de ellos
y vino a posarse sobre la nariz de Rocco,
el perro.
ARTURO CARRERA (Buenos Aires, Argentina, 1948)
De: "ADN", La Nación 18/08/2007
Imagen: Rafael Yohai
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