Y sabemos que ni la música ni la composición visual - ni los contenidos del poema - operan aislados. la poesía también es un arte del espacio. En ella los silencios - representados por el blanco de los
Todos ellos componen lo que el poema viene a decir. Sentido que no se mantiene idéntico a lo largo del tiempo, en la medida que pasa de las palabras del autor a la recepción que hace de ellas el lector y, ya en su dominio, se impregna de los distintos estándares de la época. Por otra parte, la asociación rítmica es señal de continuidad, mientras que la estructura del poema opera en la superficie de la página, poniendo de relieve que márgenes y los vacíos entre un verso y otro - son tan significativos como las palabras. En otro orden, el verso largo es portador de la promesa de que algo será hallado, mientras que el verso corto cifra su suerte en el relámpago de su cosecha. La verticalidad de la última poesía de Juan Gelman, con sus versos quebrados, sometidos a torsión, habla a las claras de un temperamento agónico, a diferencia de la anchura de espacioso río de los versos de Ricardo E. Molinari y Juan L. Ortiz, que destacan el carácter celebrante de una poesía que no duda del mundo ni del canto.
Rafael Felipe Oteriño: "Una afinación siempre nueva" en "El verso libre", Ediciones del Dock, 2010
(El resaltado es mío)
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